Centenario del naufragio del barco S.S. Stella.

1999.- Centenario del naufragio del barco S.S. Stella. Esta hoja bloque de Alderney nos recuerda el trágico suceso acaecido el día de jueves santo de marzo de 1899. En la HB vemos dos valores con motivos del barco partiendo del puerto antes del fatídico naufragio y el otro sello es un homenaje a la heroína Mary Rogers, una azafata que fue fundamental en el salvamento de muchas de las victimas del suceso.



El día Jueves Santo de marzo de 1899, el S.S. Stella dejó Southampton hacia el canal que cruzaba a Guernesey. Ha quince millas del puerto del St. Peter en la niebla más profunda, viajando a gran velocidad el barco choco contra el faro y las rocas de Casquets, y se hundió en el plazo de 10 minutos. De 190 pasajeros que viajaban a bordo, 77 pasajeros y miembros de la tripulación fallecieron ahogados. La pérdida del “Stella” generó más cobertura de prensa y mayor interés público que cualquier otro naufragio de su tiempo. La prensa fue unánime en la divulgación de que la conducta de los pasajeros y de los miembros de la tripulación en la nave que se hundía, había sido ejemplar. “Ningún hombre había abandonado el barco” hasta que todas las mujeres y los niños estuvieron a salvo en los botes salvavidas. Mas tarde, la investigación confirmó que por lo menos 18 mujeres y niños se hundieron junto con la nave, y un bote salvavidas fue rescatado con 24 hombres y una de las mujeres. Además, los rumores persistieron que el Stella había estado compitiendo con el vapor de Great Western fuera de Weymouth.

Una humilde azafata, Mary Ann Rogers, fue nombrada como la heroína de la nave que se hundió, hicieron monumentos en su honor. Sin embargo, en numerosos periódicos la noticia no fue difundida hasta 10 días después de que el acontecimiento había sucedido, con el primer relato lucido de la muerte heroica señora Rogers.

Centenario del naufragio del barco S.S. Stella.

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“Al palpar la cercanía de la muerte, vuelves los ojos a tu interior y no encuentras más que banalidad, porque los vivos, comparados con los muertos, resultamos insoportablemente banales.” Delibes, Miguel (1920) Novelista español.

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